Como todos los años, se sintió el espíritu de esta celebración en el colegio. Los profesores de catequesis y Diego, desde Pastoral, colaboraron para que este año no pasen desapercibidas las Pascuas.

 

  Recién llegado el primer día de clases, ya nos habíamos adentrado en cuaresma. Las oraciones matutinas nos recordaban día a día de este período tan especial en el año. Los encargados de hacerlas cada día lo hacían de modo tradicional, a excepción de Diego, quien este año se explayó con su originalidad e implementó las selfies de cuaresma, que encontraron su lugar en Instagram, en donde los alumnos pudieron verlas.

 

  Desde la materia de formación religiosa, el aproche fueron los trabajos prácticos y videos pedagógicos que nos explican que pasó por estas épocas hace unos dos mil años. Algunos profesores, según dicen, aún emplean para este fin videos con dibujos animados.

 

  También tuvieron lugar otras actividades remarcables a las que contribuyeron estas áreas. En el ámbito de esta materia, los alumnos de sexto se propusieron hacer un ofrecimiento. En este caso, este fue una sola palabra, que sumaba todo lo que querían intentar para esta época… paciencia, perdón, templanza, cualquier cosa que se desee.

Toda esta preparación culminó en una bendición, en la que contamos con la presencia del Padre Carlos. El coro tuvo una presencia destacable, aún sin la participación de integrantes de años anteriores, que, ya por haberse recibido o por razones particulares, no tomaron parte en el evento.

 

  La semana siguiente a Semana Santa, celebramos una misa. Las misas seguirán presentes más que nunca a lo largo del año, ya que aún cuando finalizó Semana Santa, tenemos qué celebrar.